Revisión de propósitos personales

¡Qué rápido se pasó el año! Un clásico, esta frase la dijiste en diciembre (o desde noviembre) y la usaste de excusa cuando te percataste que no bajaste de peso, que solo fuiste al gimnasio algunos días y que el resto de tus deseos de Año Nuevo se fueron más rápido que las uvas de las 12 campanadas.

Pero como los deseos sin voluntad son nada, para mejorar en los terrenos del cumplimiento personal puedes considerar estas 12 acciones de evaluación y seguimiento.

1. Audita tu clóset. Saca toda la ropa que no usaste el año pasado pues definitivamente no las volverás a usar. Luego, reflexiona sobre las prendas que de verdad te hacen falta para lograr tus objetivos. Además, al limpiar tus cajones y acomodar tu closet hasta puedes encontrar dinero escondido o guardado “casualmente” y te sentirás como una persona nueva.
2. Renueva tu guardarropa. ¿A que nunca se te había ocurrido “Comprar una camisa al mes”, “Buscar zapatos cada 3 meses” o “Revisar calzoncillos cada 2 meses” como propósito de año nuevo? Comprarás lo que hace falta, pero sobre todo, te comprometerás a conseguir solo lo que represente una inversión. Si esos zapatos parecen de jefe y quieres ser uno… ¡Vas papá!
3. Vístete y arréglate según el mensaje. Al verte al espejo no preguntarás ¿cómo me veo? pero sí ¿qué mensajes estoy enviando? Te producirás (así es producción personal) en relación a tu esencia, objetivos y necesidades de tus relaciones ya sea en el trabajo, con la familia, con tus amigos, etc.
4. Preocúpate por tu salud. En enero o febrero sugiero que te hagas un check up médico y en julio la idea es repetirlo con el reto de mejorar lo que te preocupa (triglicéridos, azúcar, sobrepeso, etc).
5. Haz ejercicio. Basta de prometer ir al gimnasio o hacer el famoso cardio; simplemente utilizarás las escaleras en lugar del elevador, cargarás las bolsas del super en lugar de pedir ayuda, usarás la bicicleta cuando sea posible, caminarás a una estación de metro razonablemente más lejana e intentarás nuevas rutas.
6. Cuida tu alimentación. ¡Ojo! No someterse a un régimen riguroso. Simplemente se trata de aprender lo básico de nutrición para leer las etiquetas, comer 5 veces al día y no excederte con el postre, las galletas, el café que bien podría irse a un frasco para ahorrar esas monedas. Puedes empezar asumiendo que de lunes a jueves comerás sanamente y al final de semana te recompensarás por el avance en tu disciplina (obvio, todo con medida).
7. ¡Sonríe! Demostrado científicamente que la sonrisa abre muchas puertas. ¿Deseas alcanzar un objetivo este año? Persíguelo sonriendo y será más rápido alcanzarlo. Para iniciar invertirás en tu sonrisa buscando una clínica amable o preguntando por recomendaciones con quienes socializas, obtener una valoración, ahorrar lo de los pastelillos, galletas y café para brackets, endodoncia, blanqueamiento, u otro y estableciendo una meta de asistir al dentista al menos 2 veces al año. Es un todo un tema pero ¡dejad de procrastinar! y poner manos a la obra.
8. ¡Sé puntual! ¿Hace cuánto que no ves el amanecer? ¿Ya olvidaste lo agradable que es llegar antes que todos a la oficina y poner un poco de música sin usar audífonos? Claramente dormir temprano y bien influye en el logro de esta meta. Si tu cita es 11:30 am checa en Google Maps o Waze el tiempo que toma llegar a la oficina y mentaliza estar cruzando la puerta con media hora adicional de anticipación. Poco a poco se convertirá en hábito.
9. Cuida tus “modales electrónicos”. Una relación tóxica de la que casi no hablamos es la que tenemos la mayoría con el celular, la televisión o la computadora, ni hablemos de Netflix o Prime Video. Regálate este año no ser dependiente de estos electrónicos. Que no sea lo primero que veas al despertar ni lo último que al dormir. Cuando te des cuenta que puedes vivir sin estar pegado a él, que puedes superarlos aprenderás a defender tu espacio en la mesa, a dejarlo fuera en las juntas, con tus amigos o con la familia y sobre todo a respetar tu tiempo y el de los demás.
10. Aprender a usar la palabra y tu voz. Toma un curso, lee un libro para hablar en público. Nada te abrirá tanto las puertas que seducir con las palabras. ¡Capacítate! 
11. Sana tus relaciones interpersonales. El nuevo año es el pretexto perfecto para limar asperezas, odios, competencias desleales o hartazgos a nivel social, familiar o laboral. Trágate tu orgullo y pide perdón u ofrece disculpas, lo que te convenza más. Haz que tu propósito sea tener un verdadero borrón y cuenta nueva.
12. Mejora mes con mes. Utiliza el inicio de cada mes (tienes 12 caray, sí se puede) para renovarte psicológicamente y mejorar. ¡No dejes que sea fin de año para reflexionar sobre cómo quieres mejorar! Date un masaje cada fin de mes y piensa: ¿qué hice bien?, ¿qué hice mal?, ¿qué puedo mejorar?, ¿qué debo cambiar?... esto alimentará tu “yo” y moldeará la mejor versión de tu persona, asegurando que cuando vuelvas a decir: ¡qué rápido se fue el año!, exista un dulce sabor a uvas en tu boca cada mes.

Ánimo.