Dulce, deliciosa y nutritiva, la miel de abeja es un alimento extraordinario rodeado de bellas tradiciones y leyendas. ¿Sabías que los antiguos egipcios creían que las abejas eran las lágrimas del dios Ra y la miel un regalo suyo para los seres humanos? Los griegos pensaban que era un dulce que emanaba del cielo y el sabio romano Plinio dijo que podría tratarse de la saliva de las estrellas que era recogida por las flores y abejas.
El 17 de agosto de cada año es el Día Nacional de la Abeja desde 2017 y en la actualidad la ciencia nos permite conocer más cosas sobre la miel, es por esto que sus características nos asombran cada vez más. Simplemente el hecho que es uno de los pocos productos consumidos directamente de la naturaleza, es decir que son pocos los tratamientos de la mano del hombre en el proceso de empaquetamiento y distribución. Otra de las propiedades es que no se echa a perder debido a su composición química inusual que la mantiene fresca de manera permanente. La miel aporta vitaminas, minerales, antioxidantes, aminoácidos, enzimas, además de propiedades antimicrobianas y antisépticas.
Como las abuelas dicen, la miel alivia la tos seca, ayuda a conciliar el sueño, favorece la buena digestión y es una buena fuente de energía ya que sus nutrientes son fácilmente absorbidos por el organismo y no acelera la pérdida de calcio como si ocurre con el consumo excesivo de azúcar.
La miel es un endulzante muy peculiar porque la fructosa, su principal componente es asimilada por el cuerpo de una forma más lenta y no provoca picos tan elevados como la sacarosa, el principal componente del azúcar de caña. Algo maravilloso de la miel de abeja, es el poder regenerativo, ha sido utilizada como cubierta quirúrgica para recuperar la piel tras algunas operaciones, esta misma característica además de su humedad la hace un muy buen ingrediente de recetas de belleza. Es por lo anterior que una mascarilla de miel aplicada algunos minutos antes del baño puede hacer maravillas en la piel. Para las personas diabéticas, alérgicas y los bebés de menos de un año no deben tomar miel sin la autorización de su médico.
Mientras más pura y artesanal sea la miel, es mejor. Hay distintos tipos de acuerdo a los néctares y flores que intervienen en su composición y es muy valioso contar con información sobre la flor de la que procede y la cual varía de acuerdo al momento del año que se recoge la producción de abejas.
Cada miel es un mundo pues cada frasco contiene el universo de flores sobre las cuales se posaron las abejas, por esta razón hay mieles que cristalizan más rápido que otras, o bien varían en su densidad, sabor y color.
México es el sexto productor a nivel mundial y el tercero en exportación global, su producto es muy apreciado en países como Estados Unidos y países de Europa, en Japón es muy solicitada la miel mexicana de cétricos de zonas naranjeras de San Luis Potosí. El principal estado productor de miel en México es Yucatán. Campeche y Quintana Roo cuentan con una producción pujante y de gran calidad.
Además en distintas partes de la península se está recuperando el proceso de producción de las abejas meliponas, estas no tienen aguijón, fueron considerados sagrados por los antiguos mayas, su miel cuenta con altas propiedades medicinales y son polinizadores de muchas de las plantas en la selva.
Las comunidades mayas, algunas cooperativas de mujeres y otros apicultores trabajan de nuevo con las meliponas para recuperar una riqueza cultural y natural verdaderamente invaluable de México.
Cabe señalar que a pesar del valor nutricional y de equilibrio que proporciona la especie al ecosistema, el senado mexicano indica que en los últimos años la producción de miel de abeja ha decrecido en 50% y que 41,442 apicultores están en riesgo por su dependencia a la actividad.
Más información en: https://tinyurl.com/yat55q3y
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