¿Sabes cuál es el mejor alimento para tus células?
Entre más conozco sobre los detalles en las mil funciones de nuestro organismo más me asombro de la gran inteligencia que lo gobierna, no cabe duda que el diseño de nuestra complexión es perfecta y que tenemos mucho más control sobre cómo nos sentimos de lo que imaginamos.
¿Sabías por ejemplo, que el 90% de todas las funciones en nuestro cuerpo son posibles gracias a un sistema que casi nunca atendemos ni volteamos a ver?
El sistema nervioso autónomo, este se divide en dos sistemas: el simpático y el para-simpático. Imagina que el primero es el acelerador en tu cuerpo y el otro es el freno.
Por ejemplo cuando vas a dar un discurso o decir unas palabras, sientes la boca seca, pues es gracias a tu sistema simpático que te prepara para un “atacar – huir” al generar cortisol. En cambio el para-simpático, hace lo opuesto, te calma, te relaja para descansar y digerir y activa la producción de la hormona D-A que se asocia con renovación y bienestar.
Pues, con el tipo de vida que llevamos y lo que afecta nuestra respiración no es de extrañar que cada día el registro sobre problemas de sueño, cardiovasculares y digestivos, aumente. Cuando tu sistema nervioso autónomo se armoniza, entra en una coherencia ideal que hace que el oxígeno y los nutrimentos lleguen de manera eficiente a nivel celular y le proporciona a todo tu organismo grandes beneficios, la clave para devolverle a tu cuerpo ese estado de armonía es tan sencilla como respirar, pero respirar bien.
El doctor Arthur Goiton considerado el padre de la medicina moderna afirma que si nos fuéramos a la raíz del sufrimiento físico y emocional a nivel celular encontraríamos que es el resultado de una reducción de oxígeno, pero ¿cómo mejorar nuestra respiración?
Entre más conozco sobre los detalles en las mil funciones de nuestro organismo más me asombro de la gran inteligencia que lo gobierna, no cabe duda que el diseño de nuestra complexión es perfecta y que tenemos mucho más control sobre cómo nos sentimos de lo que imaginamos.
¿Sabías por ejemplo, que el 90% de todas las funciones en nuestro cuerpo son posibles gracias a un sistema que casi nunca atendemos ni volteamos a ver?
El sistema nervioso autónomo, este se divide en dos sistemas: el simpático y el para-simpático. Imagina que el primero es el acelerador en tu cuerpo y el otro es el freno.
Por ejemplo cuando vas a dar un discurso o decir unas palabras, sientes la boca seca, pues es gracias a tu sistema simpático que te prepara para un “atacar – huir” al generar cortisol. En cambio el para-simpático, hace lo opuesto, te calma, te relaja para descansar y digerir y activa la producción de la hormona D-A que se asocia con renovación y bienestar.
Pues, con el tipo de vida que llevamos y lo que afecta nuestra respiración no es de extrañar que cada día el registro sobre problemas de sueño, cardiovasculares y digestivos, aumente. Cuando tu sistema nervioso autónomo se armoniza, entra en una coherencia ideal que hace que el oxígeno y los nutrimentos lleguen de manera eficiente a nivel celular y le proporciona a todo tu organismo grandes beneficios, la clave para devolverle a tu cuerpo ese estado de armonía es tan sencilla como respirar, pero respirar bien.
El doctor Arthur Goiton considerado el padre de la medicina moderna afirma que si nos fuéramos a la raíz del sufrimiento físico y emocional a nivel celular encontraríamos que es el resultado de una reducción de oxígeno, pero ¿cómo mejorar nuestra respiración?
- Primero, exhala todo el aire que tengas al igual que te aseguras que una maleta esté vacía antes de empacarla.
Incluso contrae el abdomen para exprimir todo el aire que hay en tus pulmones, el 80% de tu capacidad pulmonar está a los lados y en tu espalda así que cuando creas que ya no hay nada, sigue exhalando y verás cuanto espacio se desperdicia ara que el aire fresco y limpio.
Inhala y repite el ejercicio 5 veces poniendo énfasis en la exhalación.
- Dos, fortalece tu diafragma.
Al inhalar con el diafragma el abdomen se expande como un globo, tal y como le sucede a los bebés. Cuando la parte baja de las costillas se expande, es señal que respiras correctamente.
Muchas veces al estar preocupados o bien al tratar de contraer y disimular un abdomen respiramos con la parte alta de las costillas lo cual no es correcto así que:
- Inhala profunda y lentamente hasta el máximo de tu capacidad pulmonar, relaja los hombros y exhala con entusiasmo todo el aire como mencionamos. Hasta contraer nuevamente tu estómago.
Repite el ejercicio 5 veces., si pudiéramos ver el equilibrio que respirar bien le proporciona a tu sistema nervioso autónomo y el masaje interno que le damos a todos los órganos y los beneficios que conlleva no dudaríamos con repetir estos dos ejercicios por 10 minutos todos los días. Es importante saber que al hacer estos simples ejercicios al inicio te vas a cansar como con cualquier rutina en el gimnasio incluso si ya practicas mucho ejercicio cardiovascular. Esto se debe a que el ejercicio fortalece el corazón más no nuestros músculos respiratorios.
- Por ultimo ten en mente que tu postura es muy importante, afecta hasta el 30% de tu habilidad para respirar.
Endereza siempre tu espalda a la manera de Superman cuando se quitaba la ropa de Clark Kent. Además esta postura aumenta tu capacidad pulmonar y beneficia todos tus sistemas a nivel celular. De inmediato el sistema nervioso autónomo se balancea, nos vemos más altos, más atractivos y más confiados.
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