Septiembre, mes de México

Los mexicanos deberíamos tener por obligación explotar en todos los sentidos: histórico, artístico, político (en forma de debate e investigación), la propia historia de nuestro país por lo menos durante cada septiembre. Lo anterior no lo menciono como un propósito de realzar un sentimiento patriota, mucho menos nacionalista y discursivo sino como parte de la educación, reflexión y reforzamiento de la memoria colectiva de nuestra sociedad.

Está relacionado de forma obligada, comentar algunos aspectos de la historia en esta Bitácora de un Mexicano, con el simple objetivo de despertar la curiosidad del lector y abrir paso al análisis personal o social acerca del pasado mexicano y los eventos que han constituido esta nación.

¿Qué habríamos sentido si hubiéramos presenciado el momento en que los propios sacerdotes alguna vez colegas de Miguel Hidalgo, iniciador del movimiento de independencia, llevaron a cabo el degradante proceso de raspar con un cuchillo la piel de su cabeza, las palmas de sus manos y las yemas de sus dedos, simbólicamente, el orden sacerdotal por haber tenido la hostia, para, acto seguido, fusilarlo y a continuación cortarle la cabeza? Tal y como aconteció con el cura Morelos, aunque este último no fue decapitado, sino torturado.

¡Excomulgaron a los padres de la independencia por pedir la libertad de México, porque eran perturbadores del orden público, seductores del pueblo, sacrílegos y perjurios, que incurrieron en excomunión mayor del canon siquis saudante diabolo, <<quien persuadido por el diablo>>! ¿Qué tal saber que el mismo clero que excomulgó, torturó, mutiló y ordenó el fusilamiento de los líderes de la independencia, junto con las autoridades virreinales, diez años después fue el mas interesado en romper con España? Todo esto se pregunta Francisco Martín Moreno en su libro México engañado de Grupo Planeta.

¿Qué tal escuchar que mientras la inicial chispa de la guerra de independencia se planeaba entre Allende, Aldama, Josefa Ortíz por un lado, al mismo tiempo ellos pensaban en invitar a algún personaje con carisma y poder de atracción del pueblo para lograr los objetivos planteados? Mas allá de ser políticamente atractivo, el hecho de ser sacerdote implicaba hablar castellano, pero también lenguas indígenas, amplio conocimiento cultural y ser reconocido entre el pueblo como un sabio.

Hasta este punto, esa chispa de la guerra era básicamente una conspiración. Allende era quien guiaba el plan y en algún momento dado debía comandar la independencia. Sin embargo, al ser informado el grupo sobre el descubrimiento de sus intenciones, Allende no titubea y contrario a lo esperado de un militar con bastante disciplina, da un paso atrás. Este es un momento trascendental en la historia nacional. Es en este evento que la dirección del país cambia, no por el hecho de determinar una especie de consecuencias positivas o negativas en el corto plazo de esa época o incluso hasta nuestros días, sino por el hecho de los sucesos que estarían por registrarse.

Allende no quiso levantarse en armas aquella noche del 15 de septiembre, pero el cura Hidalgo ya había despegado sus intenciones de "coger gachupines" y levantarse en armas. Quien había sido el líder de la conspiración y quien había dado pie para iniciar una revolución social es el mismo que detiene su convicción. La vorágine de lo que estaba por acontecer no permitió más opción a Allende que ser arrastrado casi por inercia a la determinación inicial en un movimiento que se volvió popular y dirigido por un sacerdote al final de cuentas. Es curioso señalar que el caso de México es el único movimiento independentista latinoamericano en donde existen sacerdotes involucrados como caudillos y principales protagonistas en la guerra, no existe en algún otro país. Menciona el historiador Alejandro Rosas autor del libro 365 días para conocer la historia de México.

Hidalgo, descrito por el historiador, nacido el 8 de mayo de 1753, calvo, ojiverde y 57 años en 1810, persona vigorosa, fuerte aunque realmente para la época en la que vivió era considerado como un adulto mayor, mandó tocar las campanas para reunir a la gente; es incierto lo que mencionó aquella madrugada del 16 de septiembre, pero es de suponer que entre su proclama mencionara: "Viva Fernando VII", rey legítimo de España, invadida por Napoleón y por obviedad algún: "Muera el mal gobierno".

Datos curiosos adicionales:

• A partir de 1896, cuando la campana de Dolores, Hidalgo es transportada a la ciudad de México, es que el grito de conmemoración por la independencia de México comienza a existir como lo conocemos actualmente. 

• Porfirio Díaz no cambió la fecha de conmemoración del inicio de la guerra de independencia debido a que su cumpleaños era el mismo 15 de septiembre. La independencia era celebrada desde la época de 1940 el día 15, cuando Porfirio Diaz apenas era un niño.

• La verbena mexicana, durante mucho tiempo sucedió en la Alameda Central en la capital mexicana, durante el 15 y el 16 de septiembre se integraba de discursos cívicos, oraciones, entre otros y terminaba con fuegos artificiales.

• El grito del 16 de septiembre se realizó aproximadamente a las 4 de la mañana, podría parecer una hora inusual para comenzar una guerra sin embargo debemos recordar que la conspiración había sido descubierta, lo cual ocasionó que los acontecimientos aceleraran.

Extra curiosidad

• El 13 de septiembre de 1847, fallecieron 6 cadetes entre 13 y 19 años denominados en los libros de texto como los "Niños Héroes" durante la defensa del castillo de Chapultepec. La embestida de 1,200 soldados estadounidenses fue enfrentada por aproximadamente otros 900 soldados mexicanos más.

• Se tiene documentado dónde cayeron muertos cada uno de los cadetes. Incluso, se sabe que Agustín Melgar murió días después, pero fue tal la cantidad de muertos regados en las laderas del cerro y en el castillo, que era imposible que alguien reuniera nada más a los 6 niños héroes y les dieran cristiana sepultura juntos.

• Los partes militares norteamericanos refieren que luego de la toma del Castillo, se recogieron los cadáveres de ambos bandos y fueron incinerados para evitar una posible epidemia.

• La bandera, en la que supuestamente Juan Escutia se envolvió y aventó del castillo de Chapultepec, fue devuelta a México durante la época del ex presidente José López Portillo.